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Super Alimentos

La Chia, el arroz de los Aztecas y Mayas

 En la época precolombina, la Chía era uno de los cuatro alimentos básicos de las civilizaciones de América Central (Aztecas y Mayas), junto con el maíz, el amaranto y los porotos. Sus semillas se utilizaron para elaborar medicinas y eran la base de su alimentación y también de la de sus animales.

Los Mayas hacían ofrendas de estas semillas a los dioses, en agradecimiento por las cosechas. El uso y el cultivo de la Chía en el valle de Méjico, se remonta a unos 3.500 años a.C. En dialecto "nahuatl", la palabra "chiactic" significa aceitoso o grasoso y el nombre Chiapas, actual estado al sur de Méjico, significa “agua de Chía”.




Una semilla con un gran interés nutricional
    La ciencia actual explica por qué las antiguas civilizaciones consideraban a la Chía un componente básico de su dieta. La composición química de la Chía y su valor nutricional, le confiere un gran potencial para la alimentación. Estas semillas ofrecen ahora al mundo una nueva oportunidad para mejorar la nutrición humana, siendo una fuente natural de ácidos grasos Omega-3, antioxidantes, proteínas, vitaminas, minerales y fibra dietética.  Podemos decir que las semillas de esta planta son un superalimento, es decir, un alimento completo. Por eso, hoy en día, estas semillas son consumidas como complemento alimenticio en todo el mundo.


Ventajas de las Semillas de Chía


      • La Chía es la mayor fuente vegetal de ácidos grasos Omega-3.
      • Contienen antioxidantes, proteínas, aminoácidos, vitaminas, minerales y fibra.
      • Aportan proteínas muy importantes para personas vegetarianas.
      • La semilla de Chía no contiene gluten.
      • Se pueden consumir solas o incorporadas a otros alimentos.
      • Es un producto de origen vegetal.
      • No tienen sabor ni olor.
      • Aporta energía a quien las consume.
      • Ayudan a controlar los niveles de colesterol y la tensión arterial.
      • Facilitan la digestión, mejoran el transito intestinal y tienen efecto saciante.
      • Ayudan a controlar el apetito.
      • Colaboran en el mantenimiento de una buena salud cardiovascular.
      • Ayudan a mejorar la salud del sistema nervioso e inmunológico.
      • Favorecen el desarrollo muscular y la regeneración de tejidos.
      • Mejoran la actividad cerebral y ayudan en problemas emocionales.
      • Ayudan a controlar los niveles de azúcar. Aporta beneficios para diabéticos.
      • Tienen un bajo contenido en sodio.
      • Pueden consumirlas personas de todas las edades.



En comparación con otros alimentos:


      • 700% más Omega-3 que el salmón del atlántico
      • 100% más fibra que cualquier cereal en hojas
      • 800% más fósforo que la leche completa
      • 500% más calcio asimilable que la leche
      • 1400% más magnesio que el brócoli
      • 100% más potasio que los plátanos
      • 200% más hierro que la espinaca
      • 300% más selenio que el lino
      • Tiene un efecto saciante
      • Posee más antioxidantes que los arándanos
      • Aporta todos los aminoácidos esenciales
      • Es el vegetal con más alto contenido en Omega-3


Cómo consumirlas

    Para consumir las semillas de Chía, se colocan entre dos y cuatro cucharadas de semillas en un vaso con agua, zumo u otra bebida. Se remueven con una cucharilla para que entren en contacto con el líquido y se dejan entre 15 y 30 minutos. Debido a la fibra soluble que contiene la semilla y debido también a su capacidad de absorción de líquido, se formará un gel que se tomará junto con las semillas transcurrido el tiempo de espera. Al mezclarlas con agua, y dejarlas entre 15 o 30 minutos, el vaso parecerá que no contiene semillas con agua, sino una gelatina casi sólida. Esta reacción que genera el gel se debe a la fibra soluble presente en la Chía.

La semilla de Chía también se puede consumir con leche, leches vegetales, yogurt, ensaladas, frutas, salsas, sopas, cremas, verduras, etc. También se puede incorporar, tanto entera como molida, a panes, galletas, barritas energéticas o repostería. No tienen sabor ni olor. Para aprovechar al máximo sus nutrientes es mejor consumirla molida. Se puede tomar a cualquier hora del día, mejor antes de las comidas. Se recomienda un consumo entre 10 y 25 gramos de semillas de Chía al día.



Quinoa
Contiene el doble de proteínas que los cereales habituales, menos carbohidratos, vitaminas del grupo B, muchos minerales y grasas saludables. Descubre las maravillosas propiedades de esta semilla e inclúyela en tu dieta.
Descubrieron el Nuevo Mundo, pero no se puede decir que los conquistadores tuvieran madera de nutricionistas. Cargaron sus carabelas con patatas y maíz –que luego fueron alimentos básicos de la dieta occidental–, pero desdeñaron uno de los granos más nutritivos que existen: la quinoa (quinua o quínoa), esencial en la dieta del altiplano andino y que ya se cultivaba junto al lago Titicaca hace 3.000 años. La nueva obsesión por la nutrición ha rescatado a esta semilla y la opinión es unánime: “Estamos ante un alimento realmente maravilloso”, señalan desde la Universidad Brigham Young (EE.UU.), donde han investigado la quinoa. “Contiene el doble de proteínas que los cereales habituales, menos carbohidratos, vitaminas del grupo B, muchos minerales e incluso una dosis notable de grasas saludables. Además, la proteína de la quinoa es completa a pesar de ser vegetal y contiene todos los aminoácidos necesarios para generar músculo”.
Brotes de Quinoa


Por desgracia, aquellos primeros cargamentos que llegaron de América han influido de forma notable en la dieta actual y en muchos de los problemas de salud que padecemos hoy. Nuestra dieta rebosa de patatas, arroz y harinas blancas, mientras que productos como la quinoa sólo son aprovechados por unos pocos estómagos enterados. Un doble error, porque se trata de un alimento delicioso (recuerda al arroz integral, pero con consistencia más fina), que se cocina rápidamente y que podemos incorporar a la dieta a través de sopas, risottos, ensaladas e incluso postres.

Por si aún no te decides, añadiremos una maravillosa cualidad de la quinoa: que su cultivo no requiere plaguicidas ni fertilizantes, por lo que los platos que preparemos con ella nos ahorrarán efectos nocivos para la salud.

•¿Dónde conseguirla? Mientras su consumo se extiende, podemos encontrarla en el área de dietética de algunos supermercados y también en herboristerías y tiendas especializadas.

• ¿Cómo se prepara? Algunas de las formas habituales son: Cocinarla como la pasta. Vierte un bol grande de quinoa en una cazuela con agua hirviendo y sal, y deja que cueza durante 20 minutos. Escurre y deja que se enfríe. Puedes guardarla y utilizarla como acompañamiento de carnes, pescados, ensaladas... Si quieres algo más creativo, puedes preparar una ensalada con un bol grande de quinoa cocida, unas puntas de espárragos verdes a la plancha, queso de cabra, aceitunas negras y tomates secos. Salpimenta al gusto.



Plato vegetariano con Quinoa